. , La autodestrucción del cuerpo para redimir el alma
Darren Aronofsky dirigió la película La ballena basada en la obra teatral de Samuel D. Hunter del mismo título, un drama psicológico cuya trama gira sobre la culpa, la búsqueda del perdón, la autodestrucción y la obesidad.
Charlie, el protagonista, alejado de la sociedad por propia decisión, da clases on line pero no permite que se vea su imagen. Arrastra el duelo por la muerte de su pareja gay y culpa a ese hecho como la causa de su estado físico. Quiere el perdón de su hija a la que abandonó. Lo cuida Liz, una amiga que constantemente le suplica que haga tratamiento médico.
Brendan Fraser asume el rol principal con el que regresa al estrellato hollywoodense sin taparrabos pero embutido en un traje protésico que sólo le permite mínimos movimientos y lo obliga a desarrollar la actuación basándose en miradas y rápidos gestos para acompañar los tonos de sus parlamentos. Un trabajo que sorprende al espectador y por el cual obtuvo el Premio Oscar al Mejor Actor en la edición 2023.
El resto del elenco, muy bien dirigido, está compuesto por Hong Chau como la amiga, Sadie Sink como la hija, Samantha Morton como la ex esposa y Ty Simpkins como un misionero que intenta que Charlie recupere la fe.
Una película con temas fuertes que movilizan al espectador.
CARLOS HERRERA
