Cuando el detective y el espectador deben descubrir quien fue el asesino
Se dispara la trama de este policial cuando una secretaria de una empresa es encontrada muerta en su oficina.
A Beltrán, un experimentado detective, se le asignada la misión de descubrir quien mató a la mujer. Parece fácil de resolver pero a medida que investiga encuentra que hay una apretada madeja de intrigas y todos los compañeros de la víctima son sospechosos. Además el presente caso remite al profesional a otro anterior que lo afectó personalmente.
El director Guido Ferrari, también autor del guión, logra mantener la atención del espectador con un desarrollo que, acertadamente, no da falsas pistas.
Todo el elenco mantiene el mismo nivel en sus composiciones lo que demuestra un buen trabajo en la dirección de actores.
Blues de la civilización se proyecta en el cine Gaumont de Buenos Aires
CARLOS HERRERA
