La historia de Leo Sharp, alias El Tata, fue la fuente de inspiración de Clint Eastwood para escribir el guión de La Mula, su última realización a la que también dirige.
Al ser un caso muy conocido el del anciano que, empujado por problemas económicos, transportaba cocaína de México a Estados Unidos, el guionista prefirió abundar en subtramas totalmente ficticias sobre la vida cotidiana y afectiva del protagonista, el modus operandi del Cártel de Sinaloa, de la DEA y también sobre la crisis económica de EE.UU.
Eastwood además asume el rol principal bajo el nombre de Earl Stone y muestra a un hombre que es consciente de su soledad, toma a su vida tal como llega y la defiende con firmes decisiones que siempre toma arrastrado por las circunstancias. Llamativamente su perseguidor, el policía Jeff Moore, interpretado por Bradley Cooper, tiene algunos rasgos parecidos. Este tipo de personajes, hombres dispuestos a vivir su libertad más allá de las transgresiones, ya es característico en el cine de este director.
Las actuaciones tanto la de Clint Eastwood como la de Bradley Cooper son muy sólidas. Puede destacarse la muy medida composición de Andy García como Latón, el jefe narcotraficante que referencia al famoso El Chapo.
A Eastwood, magistralmente, siempre le bastan pocas escenas para darle al espectador un amplio panorama de cada situación sin caer en reiteraciones, por lo que la película tiene un ritmo que no decae en ningún momento, aunque se sepa cómo terminará todo.
De todas maneras, el director cuidó que el espectador no desarrolle excesiva empatía por el narcoabuelo. El filme tiene una excelente producción.
El trailer de La Mula puede verse aquí. Los verdaderos personajes pueden verse aquí.