Pantalla Pinamar 2015 – Crítica a Ocho apellidos vascos

El antagonismo entre vascos y andaluces, y el Grupo ETA tomado con humor

Clara Lago y Dani Rovira en "Ocho apellidos vascos" de Emilo Martínez-Lázaro
Clara Lago y Dani Rovira en “Ocho apellidos vascos” de Emilo Martínez-Lázaro

En Pantalla Pinamar 2015 fue proyectada la película “Ocho apellidos vascos”, última realización del cineasta Emilio Martínez-Lázaro de extensa trayectoria en la cinematografía española.
Este filme fue rodado durante el verano europeo de 2013 y desde su estreno, en marzo de 2014, ha tenido tanto éxito que ha logrado convertirse en la película más taquillera del cine español contabilizándose hasta la fecha la cantidad de ocho millones y medio de espectadores.
Además, en la  edición 2015 de los Premios Goya ganó los galardones de Actor Revelación (Dani Rovira) Mejor Actor de Reparto (Karra Elejalde) y Mejor Actriz de Reparto (Carmen Machi).
Tal éxito hizo que su protagonista, Dani Rovira, sea en la actualidad el actor más famoso de toda España.
La coprotagonista es la actriz Clara Lago, que es recordada con mucho cariño en Pantalla Pinamar por haber participado de la edición 2009 presentando la película “El juego del ahorcado”.

Una comedia costumbrista

“Ocho apellidos vascos” es una comedia costumbrista con mucho de sitcom que cuenta la historia de la vasca Amaia y el andaluz Rafa.
Ella ha sufrido un desengaño amoroso y es llevada por una amigas a Andalucía para olvidar, allí conoce a Rafa.
Todo tiene un mal comienzo y ella regresa a Euzcadi. El muchacho enamorado va en su busca y es rechazado hasta que aparece el padre de Amaia y todo se complica.
Es que la chica pretendará que Rafa se haga pasar por su novio y… por vasco.

La Organización ETA con humor

Es llamativo y novedoso que el guión de Borja Cobeaga y Diego San José, haga en varias escenas directas y humorísticas referencias sobre el grupo ETA en una línea que hace que el espectador tome a esa organización como una de las características costumbres del pueblo vasco.
Si bien es una comedia con un desarrollo un poco obvio es una película que entretiene y divierte.
El espectador argentino, crisol de razas gracias a la inmigración, entiende perfectamente el antagonismo y los contrastes culturales que existen entre vascos y andaluces y de esa manera disfruta de todas las situaciones cómicas de la trama.
Carlos Herrera

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