Leonardo Veterale es el transformista más famoso de la Argentina con su personaje La Barby, una parodia por contraste de la famosa muñeca con nombre parecido.
La Barby, con su opulenta figura, su desenfadado andar y su ropa de estridentes colores es todo lo contrario de Barbie, pero quizá tiene más glamour que la fría e irreal muñeca.
Los cronistas de espectáculos se cruzan con La Barby continuamente en eventos relacionados con el mundillo artístico argentino donde realiza notas y reportajes para un programa de televisión. Siempre con buen humor y amable con todas las personas es un personaje querido dentro del periodismo.
Lady Dómina
Además de este personaje, Leonardo Veterale tiene en su trayectoria presentaciones como drag queen y performances además de actuación en teatro y televisión.
El 4 de diciembre de 2014 se presentó a la prensa la obra Lady Dómina de Paul Caballero en la que Veterale encarna a una marquesa del siglo XVIII, que descubre que su sirviente le ocultó durante mucho tiempo que está en la ruina económica.
La marquesa deberá ingeniárselas para obtener recursos que le permitan volver a tener una ociosa vida de lujos y la oportunidad se presenta cuando llega a su castillo un apuesto y rico joven que es hijo de uno sus antiguos amantes.
El desarrollo de la obra teatral
Lady Dómina es una obra situada temporalmente, como ya se mencionó, en el siglo XVIII pero que bien podría imaginarse que sucede cuatro siglos antes porque la primera impresión que se tiene del personaje en escena es muy parecida a la imagen de la célebre condesa Báthory.
Pero inmediatamente todo cambia de rumbo para convertirse en una divertida sátira, con cómicas situaciones bizarras que provocan continuas carcajadas en los espectadores y parlamentos que hacen referencia a personajes del mundo artístico argentino.
Leonardo Veterale como Lady Dómina hace gala de su talento histriónico y logra instalar fácilmente en el espectador a este nuevo personaje. Juan Palacios como el mayordomo muestra un intenso trabajo corporal y elaboración de tonos, aunque por momentos su labor es un poco desbordada. Hernán Felipe compone al juglar, está todo el tiempo en escena y con su violín musicaliza las situaciones tanto con temas clásicos como populares y aunque su personaje no tiene parlamento realiza un excelente trabajo de acción y reacción durante toda la obra. José María Bourdillón aporta su adecuado physique du rol al personaje de Francis III.
El autor, Paul Caballero, es también el director y realizó una puesta en escena fluida, con buena visualización desde la platea, aunque puede apreciarse que le ha dado libertad a los actores para desarrollar sus personajes.
Se destaca el vestuario diseñado por Paula Kipen, más cercano al del siglo XV pero muy efectivo visualmente para dar al espectador la primera impresión de cada personaje.
Lady Dómina se ofrece en el Teatro Porteño situado en Av. Corrientes 1630 de la ciudad de Buenos Aires, los días jueves a las 21. Las entradas tienen un valor de $ 120.
Carlos Herrera